Segmento de artículo
de la Dra. Gloria Mock
Me Muero...no puedo vivir sin él.
El Nuevo Dia , pág. 89, 31 de enero de 1999
Para las niñas, la relación con la figura paterna es de suma importancia en su
desarrollo emocional. Hay investigaciones recientes de la Universidad de Johns Hopkins que
indican que "chicas adolescentes que viven en familias sin el padre
son un 60%
más propensas a tener relaciones sexuales premaritales que las que viven en hogares con
dos padres". Otros estudios demuestran que la ausencia emocional o física del padre
contribuyen, entre otras cosas, a la autoestima baja y a la dificultad de posponer las
gratificaciones inmediatas a favor de metas a largo alcance. Esto implica que cuando la
joven adolescente no reconoce su valor propio como persona, busca que otros le llenen esa
necesidad de ser validada. De igual manera, al no comprender que para lograr sus metas
necesita disciplina y establecer prioridades, se deja llevar por lo que le parece más
placentero en el momento. En este caso, la actividad sexual es placentera y, a la misma
vez, le da la impresión de que es lo que necesita para llenar su carencia afectiva.
Nos parece interesante que estos dos estudios que hemos señalado destacan la importancia
de la figura del padre para las jóvenes. Nos preguntamos, ¿cuántos padres tienen
conversaciones significativas con sus hijas? ¿Cuánto tiempo le dedica el padre a su hija
para hacer actividades especiales con ella? Esta relación paternofilial le ofrece a la
niña el afecto y la estimación que necesita y es un antídoto a los mensajes sociales
que la devalúan. Me sospecho, además, que si la relación con el padre fue positiva no
tendría que depender en su adultez de la figura masculina para sentirse completa. No, no
hay que morirse por un hombre; pero sí se necesita esa figura paterna durante la niñez y
la adolescencia. Busquemos maneras de fortalecer el vínculo familiar, de validar la
función del padre con las hijas. Es una forma de debilitar la programación sexista y
devolverles la dignidad a las niñas y las mujeres. |